Mujeres Forjadoras de Cambio Social y de Paz

Por: Catalina Martínez

Estudiante del Programa de Comunicación

En el marco de la conmemoración del mes de la mujer, desde el Programa de Formación Javeriana para el Cambio Social y la Paz reconocemos el trabajo de las mujeres forjadoras de cambio social y de paz, las cuales a través de sus clases y proyectos inspiran a sus estudiantes a poner sus saberes al servicio de los demás.

 

Mónica Marión Cataño Otálora

Laboratorio de Comunicación en las Organizaciones I

La profesora Mónica Marión Cataño es una de las pioneras de la metodología FORJA y sus proyectos son una muestra de su sensibilidad y compromiso con lo social. Se formó como Comunicadora Social y Periodista durante su pregrado. Después, desarrolló interés por el mercadeo y realizó una especialización en Marketing Estratégico. Sin embargo, su interés por la formación y el cambio social la llevaron a realizar su maestría en Educación y Desarrollo Humano y su doctorado en Ciencias Sociales.

Su decisión de ser profesora surge a partir de una reflexión profunda ya que, a pesar de trabajar con una agencia de publicidad en la que tenía una retribución económica estable, su sensibilidad frente a lo comunitario y lo social chocó con la perspectiva empresarial. Así, decidió retirarse y hacer una apuesta de tiempo completo en la docencia, donde podría pensarse más a profundidad la convivencia, lo comunitario y el bien común, ligándose desde el 2002 en la universidad como profesora investigadora.

Es una mujer que estuvo contracorriente, aunque estuvo casada por 16 años decidió no tener hijos apropiándose de su poder de decidir. La docencia ha sido lo que ha llenado su vida y la forma en la que pudo desarrollar los deseos de apostarle a la enseñanza y a la educación fortaleciendo los procesos formativos de otros. Reconoce que el mundo está altamente masculinizado pero resalta, también, que muchas mujeres de han empoderado siendo fuertes y aportando a la educación con su compromiso y dedicación a transformar la realidad social.

Ella es un ejemplo de esas mujeres porque ha renunciado, incluso, a su vida personal por enseñar, dándose la oportunidad de propiciar experiencias a sus estudiantes, brindándoles otras formas de ver la vida y el mundo, desarrollando con ellos relaciones horizontales de enseñanza mutua. Y esta metodología nace de su creencia de que en el momento en que nos reconozcamos como seres humanos podremos transformar la vida, entender al otro y relacionarnos más allá con él.

 

 

Sheila Andrea Gómez Peñaloza

Salud y Comunidad

La profesora Sheila Andrea Gómez Peñaloza,  docente e  investigadora del departamento de Salud Pública y Epidemiología, es una mujer que cree en los cambios dados por la esperanza y en la acción de los demás para generarlos. Es exigente y comprometida con su trabajo, lo que la llevó a alcanzar sus títulos como trabajadora social y un posgrado en Sociología. Y, a pesar de que su interés  inicial no fue ser docente por el reto que esto implica frente a la mirada del otro y la amplitud de conocimientos que exige la labor, se ha destacado en nuestra Universidad por acompañar proyectos llenos de humanidad. 

Sus actividades, desde el pregrado, estuvieron siempre ligadas a la investigación y las intervenciones sociales enfocadas en lo comunitario. Con todo este proceso, encontró la necesidad de profundizar en las áreas comunitarias dentro del campo de la  salud. Así, en sus 10 años en Javeriana Cali, se ha dedicado a brindarle a sus estudiantes un espacio de encuentro y  conocimientos más comunitarios y en contacto con el otro, haciendo de su oficio una vocación. Sin duda, esto es una inspiración para sus estudiantes porque cree fuertemente que la docencia y la educación hacen parte del camino para formar mejores personas  y ciudadanos. 

"Por supuesto que todo esto tiene que ver con ser mujer porque  la educación nos llama a empoderarnos y a ser auténticas frente a todo lo que hacemos". Para ella, la docencia es la posibilidad de reflejar lo que somos como mujeres y la forma de explicitar cómo vemos el mundo. Su objetivo, entonces, es que sus estudiantes se sensibilicen frente a las realidades de los demás, en especial, de aquellos más vulnerados, ligándolo siempre a su relación con Dios y sintiéndose acompañada durante el camino.  Por ende, la docencia le permite conectar la vida de otros y es un camino para manifestar lo que piensa y cree. 

¿Su frase? “soy maestra porque no he dejado de ser discípula”.

 

 

Linda Teresa Orcasita Pineda

Psicología Social II

La investigación, la docencia y el servicio son las pasiones de la profesora Linda Orcasita, quien cree que en el conocimiento como una apuesta para la transformación social. Entiende la docencia como el privilegio de acompañar la vida de otras personas y su misión es dejar una huella. Es una persona con la virtud de escuchar a los demás atentamente e intenta cumplir esos objetivos que representan un sueño para ella y, además, que pueden estar ligados a los sueños de los otros. Como psicóloga javeriana con enfoque social, siempre estuvo ligada a la investigación. A partir de su pasión y curiosidad frente a la diversidad sexual y el género, alcanzó su maestría en familia con énfasis comunitario y se encuentra haciendo su doctorado en estudios de familia.

Pero su decisión de ser profesora está movida por la creencia que compartió Arnold Glasgow sobre la educación como una forma de ampliar las ventanas por las que vemos el mundo. Es decir, tener otras perspectivas y descubrir que existen múltiples formas de construir conocimiento, en especial frente al intercambio de saberes que implica lo comunitario. Por eso, expresa que la docencia es un camino precioso que permite aprender constantemente a través de los estudiantes y de la investigación, ampliando las ventanas y siendo un vehículo de transformación.

En especial, cuando se aporta como mujer porque cree que permite interpelar muchas formas de ver el mundo al conectar fuertemente con los sentidos, la vida y con los liderazgos trasformadores, visualizando una realidad que conecta la razón con la emoción. Todo esto, le da un lugar distinto a la producción de conocimiento y al lugar de las mujeres en los escenarios en los que se invisibilizaban. Para ella, ser docente y ser mujer es una ventaja en términos de lectura de contexto, porque tenemos la capacidad de poner todos los sentidos en el proceso de construcción colectiva, sentidos que van más allá de la razón y el conocimiento. Agregamos el sentir, el reconocer, el acoger y el cuidado colectivo, que es fundamental en los procesos de acompañamiento de una sociedad altamente fragmentada.

 

Elingth Rosales

Identidad Corporativa y de Marca

 

La profesora Elinght Rosales es una mujer apasionada por los detalles, perseverante y emprendedora. Es licenciada en Diseño Industrial, maestra en Diseño, Gestión y Desarrollo de Nuevos Productos y especialista en Métodos y Técnicas del Diseño Industrial y Gráfico.

Ser profesora fue consecuencia de un proceso de vida, interactuar con la academia y la empresa le ayudó a prepararse para asumir nuevos retos y desafíos. Dar clases le impuso retos frente a las habilidades en el conocimiento y la profundidad de diversos temas, sobre herramientas de aprendizaje y, sobretodo, en la relación con el otro. Cree que los jóvenes la han hecho repensarse y renovarse cada semestre para comunicarse y dar lo mejor posible y para mejorar sus técnicas como profesional. 

Ser profesora mujer la hace ser más consciente de los dones que le fueron dados y piensa en ellos en el entorno de un aula de clases, de la enseñanza; la valentía, la sensibilidad, la intuición y quizás una manera especial que tenemos de armonizar nuestro entorno. Por eso, la frase que define su labor es “mientras los hombres mezquinos gritan: “¡Imposible!”, exploradores del mundo persiguen con calma sus objetivos y demuestran que lo imposible es inevitable” (Paramahansa Yogananda).

 

Diana Grajales Molina

Consultorio Empresarial

 

A la profesora Diana Grajales la rige la justicia, está constantemente inquieta por lo que sucede a su alrededor y es responsable ante todas las actividades a las que es asignada. Empezó a trabajar como administradora de empresas javeriana en la Oficina de Prácticas de la Universidad. Pero es a partir de 2014 cuando se vincula a la docencia liderando, en este momento, las actividades del Laboratorio de Mercadeo y el curso Consultorio Empresarial.

Al acercarse al proceso de la docencia quedó encantada con la interacción con los estudiantes. Siempre ha pensado que sus alumnos tienen mucho por aportarle y es como si la rejuvenecieran. Eso, la motiva a enseñar, aportarles algo, aunque sea pequeño. En este proceso, ha descubierto que todos los días se puede aprender de los demás, incluso de quienes menos lo esperamos.

Para ella, ser mujer docente es muy interesante porque, aunque cree que no hay diferencias grandes con los hombres, piensa que tenemos mucho que aportar a las dinámicas investigativas desde puntos de vista distintos. Esto porque tenemos la ventaja de ser muy detallistas, teniendo mejores resultados durante el análisis concluyente. Finalmente, ser mujer en la javeriana ha sido, para ella, encontrar un lugar en el que es escuchada.